Reducir la tributación


Mucha gente piensa que los impuestos son los que son, que están fijados según la voluntad de los políticos que elegimos y que la única manera de evitarlos es cometiendo alguna falta o delito: no declarando algún ingreso, escondiendo el patrimonio en una sociedad offshore o trabajando en negro.

Pero esa no es la realidad: los impuestos se pueden reducir cumpliendo estrictamente con la legalidad vigente. En la mayoría de casos esto no supondrá ningún problema moral, porque no es que dejes de pagar algo que te toca pagar, sino que haces operaciones con tu patrimonio para pagar menos. Es decir, entiendes cómo funciona el sistema y lo aprovechas. Una vez más, el conocimiento es dinero.

Legalidad y moralidad

Ya te habrás dado cuenta de que en este tema estos dos conceptos que se entrelazan entre sí y es importante diferenciar. Ante cualquier práctica que se lleve a cabo para no pagar impuestos o pagar menos deberemos hacernos dos preguntas:

  • ¿Es legal? La respuesta en este caso es completamente objetiva: sí o no. O la ley lo permite o no lo permite. Hay una tercera respuesta: no lo sé, que daremos cuando hay un vacío legal, pero normalmente no entraremos en estos casos, porque los vacíos legales son interpretables y eso significa que en algún momento nos puedan decir que no hacemos lo correcto.
  • ¿Es ético? La respuesta en este caso es completamente subjetiva, porque depende de los valores de cada persona. Habrá gente que considere perfectamente válido constituir una empresa en el extranjero, para no pagar impuesto de sociedades, y seguir viviendo en España,  con lo que sigues teniendo los beneficios del sistema sin pagar ese impuesto, y gente que no lo verá bien. Los primeros argumentarán que pagan el resto de impuestos personales. Los segundos que si todo el mundo hiciera lo mismo que tú el sistema quebraría.

En este punto es muy importante diferenciar entre elusión fiscal o evasión fiscal.

Elusión fiscal

La elusión fiscal intenta pagar los mínimos impuestos posibles dentro de la ley. Todos practicamos la elusión fiscal:

  • Al suscribir un plan de pensiones para reducir la base imponible y pagar menos en la declaración de renta.
  • Al vender acciones en pérdidas para compensar las plusvalías y reducir los beneficios.
  • Al utilizar productos con tratos fiscales especiales, como los planes de pensiones o los planes de pensiones.

Pero dentro de estas prácticas también estarían las que practican algunas empresas al domiciliarse en países con impuestos de sociedades más bajos o la que hacen algunos deportistas de élite al declarar su domicilio fiscal en países con un impuesto sobre la renta de las personas físicas mucho menor al de España.

Evasión fiscal

La evasión fiscal consiste en hacer evitar o reducir los impuestos con prácticas ilegales. Estas prácticas incluyen cualquier cosa ilegal:

  • No declarar rentas o patrimonio en el extranjero porque la Agencia Tributaria no tiene constancia de ellos. A nuestro nivel, un ejemplo serían los dividendos de acciones depositadas en un broker extranjero. pero ya sabemos que los modelos 720 y D-6 son mecanismos para evitar estos casos. En nuestro caso no presentar estos modelos y luego no declarar los dividendos sería evasión fiscal.
  • No pagar el impuesto de patrimonio, a pesar de superar el límite exento, porque las valoraciones de algunos bienes son difíciles de demostrar, como los coches o los inmuebles (que siempre bailan entre el valor catastral y el valor de adquisición), y las titularidades compartidas complican que la Agencia Tributaria sepa qué cantidad tiene exactamente cada uno.
  • Registrar una empresa sin actividad real en un paraíso fiscal con el objetivo de ocultar patrimonio y rentas o de blanquear ingresos de dudosa procedencia.

Ética

Ya ves que la diferencia fundamental entre evasión y elusión radica en la legalidad de una y otra. Pero las dos suelen tener muy mala prensa y la mayoría de gente las ve mal. Evitar impuestos es ir contra el bien común. Curiosamente, se ve mal que lo hagan los otros pero todos intentamos, en mayor o menor medida, hacerlo.

Y luego está el tema del esfuerzo. Optimizar tu factura fiscal es fácil si conoces cómo funciona el sistema, pero no mucha gente está dispuesta a aprender cómo funcionan los impuestos más básicos. No deja de sorprenderme que mucha gente sea capaz de dedicar semanas a preparar unas vacaciones, pero no quiera ni oir hablar de la declaración de renta, cuando con sencillos ajustes podrían ahorrarse muchísimo dinero. Incluso para las siguientes vacaciones 🙂

¿Cómo reducir la tributación?

Entender el sistema fiscal

Este es el primer punto y posiblemente el más importante. O dedicas tiempo a entender cómo funciona nuestro sistema tributario o delegas en un asesor fiscal. Pero un asesor que te asesore, es decir, que te diga lo que tienes que hacer para pagar menos impuestos, no uno que se limite a cumplimentar las exigencias tributarias.


Entender el sistema fiscal te permitirá ver que:

Compensar ganancias y pérdidas

Si tienes plusvalías, es decir, ganancias obtenidas al vender un inmueble, acciones o un fondo de inversión, las podrás compensar con las minusvalías, es decir, con las pérdidas al vender ese mismo tipo de bienes a un precio menor al que los compraste. Es decir, si ganas 100 por un lado y pierdes 40 por el otro, sólo tendrás que pagar impuestos sobre 60, que es la diferencia 100-40.

Pero las compensaciones son algo más complejas que todo esto. Normalmente se agrupan por bloques en función de su naturaleza (dividendos, intereses, plusvalías) y/o de su duración (hasta hace poco había diferencias entre las plusvalías generadas en más de un año y en menos de un año).

Aflorar pérdidas suele ser una buena manera de «limpiar el armario», eliminando empresas que no quieres tener y cuya venta te servirá para pagar menos impuestos. Entender cómo funcionan las compensaciones fiscales es muy importante para optimizar la factura fiscal.

Una posibilidad muy interesante es contar con varias carteras de inversión con diferente titularidad para pagar menos impuestos. La idea es vender las acciones en una de las carteras que tiene una titularidad y comprarla en otra con una titularidad diferente. De esta manera, puedes mantener las empresas que te interesan en cartera y, al mismo tiempo, aflorar minusvalías que te puedan servir para pagar menos impuestos.

Utilizar productos con beneficios fiscales


En España los más populares son los planes de pensiones y los fondos de inversión. Ambos permiten hacer traspasos sin pagar por las plusvalías latentes, cosa que los convierte en muy buenos instrumentos para acumular patrimonio sin pagar impuestos y sin ligarse de por vida a una misma inversión.

Por supuesto, los impuestos los pagarás más adelante. Si es un fondo de inversión, tributarás en la base del ahorro por la plusvalía obtenida cuando lo reembolses. En el caso de los planes de pensiones, pagarás por el total reembolsado en la base del trabajo. Además, los planes no tributan en el momento de heredarse: simplemente cambian de titularidad y los herederos tributarán por ellos en la base del trabajo. Conocer estos tratamientos te puede ayudar mucho a planificar fiscalmente el patrimonio familiar.

Hay otros productos, como los bonos de autopistas, que también tienen bonificaciones fiscales, para favorecer la financiación de las empresas que construyen este tipo de infraestructuras cuando son en régimen de concesión.

Usar figuras fiscales como el usufructo

La propiedad real de cualquier bien se divide en nuda propiedad (quien es el dueño del bien) y el usufructo (quien disfruta de los rendimientos del bien). El usufructo es una figura fiscal muy interesante para planificar fiscalmente tu patrimonio. Con ella podrás reducir lo que pagas en sucesiones. Una persona puede dejar el usufructo a su cónyuge pero los bienes a los hijos. De esa manera, cuando fallece el cónyuge, los hijos no tendrán que volver a pagar impuesto de sucesiones ya que los bienes ya son suyos.

Pero también se puede utilizar de maneras menos habituales. Por ejemplo, podrías donar el usufructo de tu cartera de acciones a tus hijos para que ellos tributen por los dividendos cobrados. Obviamente, al no tener otros ingresos, tus hijos tributarían mucho menos que tú. El usufructo se puede donar temporalmente, por ejemplo hasta la mayoría de edad de tus hijos, para recuperar la propiedad real de la cartera en ese momento. Y quien habla de hijos puede hablar del cónyuge, padres o hermanos, si no tienen otros ingresos.


Para ver si te interesan este tipo de operaciones, tendrías que investigar cuánto cuesta donar el usufructo en tu comunidad autónoma, tanto a nivel documental (notario) como tributario. En algunas es un trámite prácticamente gratuito mientras en otras hay que pasar por el notario y además la donación está fiscalmente gravada.

Pensar en deducciones

Este punto es importante. Cuando hagas cualquier transmisión o mejor dicho, cuando te plantees hacer cualquier transmision, sea de adquisición como de venta, revisa siempre las deducciones. Estas cambian en función de la comunidad autónoma, del colectivo al que van dirigido y del hecho imponible.

Un ejemplo muy ilustrativo es la fiscalidad de la venta de la vivienda habitual, que no paga impuestos si destinas el dinero a determinados usos, como puede ser la compra de otra vivienda o la constitución de una renta vitalicia si tienes más de 65 años. Esto es así ahora, pero puede cambiar en cualquier momento y tanto para bien como para mal. Por eso es importante tener el chip de pensar en las deducciones para aprovecharlas al máximo o no verte perjudicado si contabas con ellas y ya no están vigentes.

Usar mecanismos offshore

Finalmente, puedes pensar en utilizar mecanismos offshore para beneficiarte de la mejor fiscalidad de otros países. Por ejemplo:

  • Si tienes una empresa, puedes domiciliarla en un país donde el impuesto de sociedades sea mejor que el de tu país.
  • Si vives más de 183 días fuera de España puedes pensar en domiciliarte fiscalmente en un país con un mejor trato en el impuesto sobre la renta de las personas físicas.

Esto son sólo dos ejemplos muy inmediatos, pero hay muchas maneras de aprovechar los mecanismos offshore. Eso sí, siempre dentro de la legalidad y si te encuentras cómodo utilizándolos. No es lo mismo tener una empresa que opera por internet en todo el mundo y domiciliarla en un país con un buen trato en el impuesto de sociedades que una empresa que opera sólo en España. En el segundo caso mucha gente no lo vería bien.

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