¿Cómo alcanzar la independencia financiera?


El objetivo está claro: lograr la libertad financiera. Y la manera que hemos escogido también: la inversión en dividendos. Pero al margen de las cuestiones más técnicas como el control del presupuesto para mejorar el ahorro o las estrategias que utilizaremos para invertir nuestro dinero y construir fuentes de ingresos pasivos, hay cuestiones transversales que conviene tratar porque son parte fundamental del camino hacia la independencia financiera, como:

  • Cuidar el trabajo y valorarlo en su justa medida. ¿Cómo lograr mi independencia financiera? La manera más evidente es invertir los ingresos del trabajo en construir fuentes de ingresos pasivos.
  • Eliminar pasivos financieros, como segundas residencias o coches, no porque tengamos que endeudarnos para pagarlos (que también), sino porque nos cuestan dinero cada mes.
  • Vivir por debajo de tus posibilidades, porque si gastas todo lo que ganas alcanzar la libertad financiera es imposible.
  • El cambio de domicilio como último paso para llegar a la independencia financiera. Si te falta poco, vender tu casa y vivir de alquiler en un sitio más barato puede ser definitivo.
  • Al margen de buscar la independencia financiera con tu esfuerzo, siempre puedes ocurrir cosas que aceleren el camino, como una herencia o que te toque la lotería.

La importancia de la formación

Queda claro que el tema fundamental no es cómo hacerse rico sino como conseguir la libertad financiera siendo ético, es decir, dedicando el dinero que ganas trabajando y que ahorras con gran esfuerzo a prepararte un futuro mejor. Y no se trata de leer muchos libros de independencia financiera. Puedes hacerlo, por supuesto, y mal no te irá, pero en la mayoría de aspectos se trata más de una cuestión de sentido común que de conocimiento.

Cuando hablemos de invertir ya es otra cosa: ahí sí que será bueno que te formes, incluso que busques cursos de independencia financiera. Pero escoge bien tus fuentes. En la red hay mucha formación de calidad pero también hay muchos vendehumos y separar el grano de la paja es complicado.

Ten claro que requerirá mucho esfuerzo por tu parte, así que desconfía de eslóganes del tipo «conseguir la libertad financiera en dos pasos«, que transmiten una falsa impresión de inmediatez. Si pagas por la formación, asegúrate de que es formación de calidad. Si decides no pagar hay muchos sitios gratuitos con contenido interesante, como Los Cazadividendos.

¿Cómo obtener mi independencia financiera?

A continuación revisaremos las cuestiones generales sobre cómo llegar a la independencia financiera que comentábamos antes. Convienen tenerlas muy en cuenta, porque afectan y mucho a tu objetivo de vivir del dividendo. Algunas están muy relacionadas con la educación financiera, pero he preferido destacarlas en la sección de independencia financiera para dejar constancia de su importancia.

El trabajo


Para muchos es la razón para buscar la independencia financiera, pero al mismo tiempo el trabajo es la principal fuente de ingresos que nos permitirá alcanzarla. Por eso, tenemos que intentar no estigmatizarlo y ver su lado bueno, que también lo tiene.

 Mejorar en el trabajo

Mucha gente se queda en que el trabajo es el origen de todos sus males y que esa es su razón para buscar la independencia financiera. Dedican mucho tiempo, su salario es bajo, no pueden dedicarse a su familia, acumulan estrés…. Sí, todo esto puede ser cierto, pero no es menos cierto que tendremos que trabajar, por lo menos mientras no tengamos el suficiente dinero extra, en forma de ingresos pasivos, para no hacerlo.

Y como tendremos que trabajar durante unos años, lo mejor es intentar estar lo mejor posible. ¿Cómo se consigue esto? Pues con dos medidas muy sencillas:

  • Deja de quejarte por trabajar en algo que no te gusta y fórmate. Sí, ya sé que perder parte de tu tiempo libre para esto es una decisión dura, pero piensa que tendrá su recompensa.
  • Atrévete a pedir un cambio de puesto dentro de tu empresa o a cambiar de empresa. Salir de la zona de confort es doloroso, pero hay que hacerlo si tu trabajo es un suplicio y quieres estar a gusto.

Está en tus manos. Deja de poner excusas y da un paso al frente. No es sólo ganar dinero: también tienes que estar cómodo en tu espacio de trabajo y sentirte realizado como persona. Piensa que son un mínimo de 8 horas al día.

¿Es necesario ganar mucho?

Una de las razones recurrentes que esgrimen los escépticos con una independencia financiera posible es que se necesita tener unos ingresos muy altos, ingresos que la mayoría de gente no tienen. Pero esto no es cierto.


Lo realmente importante es que el balance ingresos menos gastos sea positivo, y eso se puede conseguir con un nivel elevado de sueldo o con unos gastos reducidos. O simplemente consiguiendo ganar más que gastas. Es decir, no se trata de ganar mucho dinero o poco sino que el saldo sea positivo y significativo en tanto por ciento.

Todo el mundo acepta que una persona que gana 4.000 € y gasta 3.000 € puede alcanzar la independencia financiera invirtiendo los 1.000 € que ahorra.

Sin embargo, cuando intentas convencer a alguien que gana 1000 €, su respuesta inmediata es: «¿Cómo obtener mi independencia financiera si casi no llego a fin de mes?». Y puede tener razón, sin duda. Si gana 1.000 € y gasta 1.000 € no tendrá opción. 

Pero si gasta 750 € (25% de su salario) e invierte 250 € (el 25% restante), tendrá las mismas posibilidades de conseguirla que una persona que gane 4.000 €, gaste 3.000 € (75%) y ahorre 1000 € (25%). La diferencia será que para la persona que gasta 3.000 € alcanzar la independencia financiera será ingresar 3.000 € de ingresos pasivos, mientras que para la persona que gasta 750 € la independencia financiera será ingresar 750 €.

Eso sin tener en cuenta que en uno y otro caso se puede incidir en reducir los gastos. Eso sí, en este sentido es mucho más probable que pueda reducirlos el que gasta 3.000 € que el que gasta 750 €…

Eliminar los pasivos financieros


Mucho se habla de la importancia de eliminar las deudas, pero poco de la influencia de los bienes que compramos con esa deuda. Todo el mundo tiene claro que una hipoteca para comprar una vivienda o un crédito para comprar un coche es una carga de profundidad para tu economía doméstica.

Cierto es que en el caso de la vivienda, cuando acabas de pagarla, tienes una propiedad que no se ha devaluado con el paso del tiempo, pero en el caso del coche ya pierde valor nada más pisa la calle. Así que estás pagando por algo que ya vale menos de lo que pagas.

Pero en este apartado no me refiero a eliminar las deudas sino a eliminar el bien. Mucha gente tiene una segunda residencia que sólo utiliza un mes al año o los fines de semana cuando hace buen tiempo. Otros tienen un segundo coche que no utilizan. 

Pues bien, estos bienes lastran tu economía porque traen consigo una serie de gastos que sólo se justifican en el caso de que los utilices realmente: impuestos, seguros, en el caso de la vivienda los suministros, etc… Todo esto supone un buen pico al año. ¡Haz la cuenta! Puede ser fácilmente unos 1.500 € al año para las viviendas y unos 700 € para los coches.

Eliminarlos muchas veces es un catalizador de la independencia financiera, ya que obtienes un importe considerable para invertir (venta del inmueble o del vehículo) y dejas de tener unos gastos mensuales de mantenimiento, que podrás también dedicar a la inversión.


Como ya he comentado otras veces, gracias al blog he conocido a mucha gente que te dice «he conseguido mi independencia financiera» y a poco que hablas con ellos te das cuenta de que son gente con pocos pasivos financieros y que chocan frontalmente con la idea de rico que tenemos en la cabeza.

Vivir por debajo de tus posibilidades

Podría incluir este apartado en el de la educación financiera, pero creo que tiene entidad suficiente para destacarlo como una actitud vital imprescindible para lograr la libertad financiera. Separar una parte de tus ingresos para tener un fondo de imprevistos o emergencias y otra parte para invertir es fundamental si quieres tener éxito en este viaje. Por lo tanto, no puedes utilizar tu sueldo íntegramente para vivir.

El «págate a ti mismo» de Kiyosaki me parece una buena manera de conseguir esto. Consiste en separar el importe que destines a ahorro e inversión nada más llega la nómina a tu cuenta. De esta manera, aunque te gaste íntegramente el resto, siempre habrás cumplido con tu compromiso con la independencia financiera.

Si sigues esta regla será todo muy sencillo.

No vale dejarse llevar. Imagínate que quieres comprar algo que no es estrictamente necesario pero que te gustaría comprar: un móvil, unas vacaciones, un bolso… lo que sea. Ya has apartado el dinero para ahorro e inversión. Pues bien, piensa que:


Si tienes que endeudarte para conseguirlo no puedes permitírtelo y estás viviendo por encima de tus posibilidades.

Si tienes que tirar del fondo de imprevistos no puedes permitírtelo y estás viviendo por encima de tus posibilidades.

Si «cabe» en el resto después de separar la cantidad para ahorro e inversión entonces sí puedes permitírtelo.

Y sobre todo es muy importante no utilizar el fondo de emergencias o el dinero que tengas reservado para inversión para temas que no son estrictamente de estas áreas. Sencillo, ¿no?

No te lo juegues todo a una carta

Es importante tener una estrategia principal en la que centraremos todos nuestros esfuerzos, pero no está de más intentar tener diferentes fuentes de ingresos para poder capear las situaciones que vayamos viviendo. En ese sentido, es bueno cobrar dividendos, tener planes de pensiones, invertir en inmuebles, intentar monetizar aficiones, etc…


¿Tenemos que utilizarlas todas? No. Primero porque no hay dinero para todo. Y segundo porque quien mucho abarca poco aprieta. Pero a medida que vayamos avanzando es bueno ir explorando nuevas opciones e ir apuntalando la independencia financiera en varias patas, para que se tambalee lo mínimo posible cuando lleguen los problemas.

Los ingresos pasivos

La libertad financiera se fundamenta en generar ingresos pasivos, o lo que es lo mismo, en crear negocios pasivos que nos proporcionen una renta suficiente para cubrir nuestros gastos. En esta página hablamos sobretodo de conseguir la independencia financiera mediante dividendos de acciones, pero no es la única ni tiene por qué ser la mejor:

  • Hay gente que confía en las rentas de alquiler de sus inmuebles.
  • Otros escriben libros y venden de los ejemplares que venden. Market places como Amazon facilitan mucho esta opción
  • También hay gente con un patrimonio muy elevado que vive de los intereses generados por productos muy conservadores. No es lo más rentable, pero al tener mucho patrimonio les funciona.
  • Y últimamente está muy de moda tener crear páginas webs que obtienen ingresos monetizando la publicidad o las recomendaciones de productos.

Trataremos todas estas fuentes de ingresos pasivos pero como decíamos, aquí nos centramos en la independencia financiera con dividendos y a eso dedicaremos la mayoría de contenidos de la web.

Aceleradores

Queda claro que nosotros queremos alcanzar la independencia financiera por dividendos, haciendo que el dinero trabaje para nosotros y reinvirtiendo todos los rendimientos obtenidos para que el interés compuesto haga su trabajo.

Pero hay situaciones o hechos que pueden acelerar artificialmente la consecución del objetivo. Son ocasiones en que recibes de golpe mucho dinero para invertir. Podemos destacar:

  • Una herencia, que pueden ser inmuebles, acciones, fondos, lo que sea… Será nuestra labor ordenar el patrimonio heredado para ponerlo a trabajar para nosotros.
  • Vender un inmueble. Cuando estamos cerca de la meta, una manera de llegar antes es vender tu casa (sea la vivienda habitual o tu segunda residencia) para generar más ingresos pasivos.
  • Si vendes tu vivienda habitual como catalizador hacia la independencia financiera, tendrás que vivir de alquiler en un piso que te cueste menos dinero o comprarte otro más barato. Otra opción es mudarte a un sitio más barato, donde la vivienda te cueste menos y el coste de vida sea menor. En todos estos casos, un cambio de domicilio puede adelantar varios años tu objetivo.
  • La loteria. Realmente es muy improbable pero se supone que toca a alguien. Imagínate que te tocasen unos cientos de miles de euros. ¿Cuántos años adelantarías en tu camino a la independencia financiera?

La importancia de la educación financiera


Hacer todo esto sin un mínimo de educación financiera es muy complicado. Entender cómo funciona el dinero, interiorizar el concepto de consumo responsable e incorporar el ahorro a tus rutinas diarias son aspectos que todo buscador de la independencia financiera debería tener presentes.

Es por esto que la educación financiera es otro de los pilares de Los Cazadividendos.

Más medidas para alcanzar la independencia financiera

Si quieres profundizar un poco más, en estos artículos tratamos con mucho más detalle qué acciones se pueden realizar para alcanzar la independencia financiera:

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