La diversificación


Cuando inviertes en bolsa uno de los mantras repetidos hasta la saciedad, aunque nunca suficientemente, es recordar la importancia de la diversificación. Diversificar tiene muchas ventajas inmediatas: limita el riesgo de que una empresa falle, mitiga la influencia de un determinado sector, suaviza el efecto del cambio de divisas y, en el caso de una estrategia de dividendos, ayuda a repartir las rentas de manera homogénea durante todo el año.

La diversificación en inversión es sinónimo de prudencia y se traduce en aceptar una menor rentabilidad a cambio de un menor riesgo. Si fueses capaz de escoger la mejor empresa y conocieses cómo será su brillante futuro, no tendría sentido diversificar. Pondrías todo tu patrimonio en ella y ya esta´. Pero esto es muy complicado para la mayoría, así que los mortales tenemos que recurrir a la diversificación.

¿Qué es la diversificación?

Cuando hablamos de diversificar nuestra cartera de inversión nos referimos a invertir en diferentes activos cuya rentabilidad no esté correlacionada. Siempre que se habla de diversificar aparece el símil de poner todos los huevos en una misma cesta. Si lo haces y te tropiezas lo más probable es que la mayoría acaben rotos. Si los pones en diferentes cestas, los guardas en diferentes habitaciones y no los transportas todos de golpe es mucho menos probable que te ocurra. Por supuesto, alguno puede romperse, pero todos sería muy mala suerte.

Fíjate que hemos remarcado en negrita que la rentabilidad de los activos no debe estar correlacionada. De nada sirve que compremos diferentes empresas si todas dependen de los mismos factores externos. Puedes tener una cartera con muchas empresas, pero si la mayoría son españolas estarás muy expuesto al riesgo país. Otro ejemplo: si eres un apasionado de los bancos y en tu cartera tienes muchos, deberías ser consciente de que estás muy expuesto a cualquier cambio regulatorio o a un cambio en el ciclo económico.

¿Significa esto que no debemos invertir en España o en bancos? No. Significa que hay que limitar el dinero que inviertes en cada país, divisa, sector e incluso broker. Es la mejor manera de que un problema concreto con alguno de estos factores no te afecte demasiado.

Ventajas de la diversificación


La ventaja principal de la diversificación es que reduce el riesgo de nuestra inversión. Pero tanto el riesgo de que la empresa vaya mal como el riesgo de que nosotros nos hayamos equivocado al elegirla.

Una empresa buenísima puede cambiar de dirección y empezar a degradarse o pertenecer a un sector castigado en cierto momento (es fácil entenderlo con los ejemplos de las materias primas o del sector bancario). Esto es difícil de prever y lo único que podemos hacer para evitarlo es comprar con mucho margen de seguridad, cosa que no siempre es posible, y diversificar para evitar tener mucho dinero invertido en ella.

Pero también podemos equivocarnos y comprar sin haber revisado suficientemente la empresa. El ejemplo típico es comprar una empresa con mucha deuda, quitándole impotancia a este factor. Ya sabemos que la deuda es posiblemente la principal causa de que las empresas caigan y muchas veces no la tenemos suficientemente en cuenta.

Sea como fuere y por la razón que fuere, diversificar reduce el riesgo de que una de las piezas de nuestra cartera falle. Y esto no es exclusivo de la inversión en dividendos, sino de todas las estrategias de inversión.

Simple

Por un lado, es simple, ya que sólo es necesario comprar acciones o activos que no estén correlacionados. Compras BMW (automovilística, alemana, euros), luego IBM (tecnológica, estadounidense, dólares), luego Nestlé (consumo, suiza, francos), luego GlaxoSmithKline (farmacéutica, británica, libras), …


No parece complicado, ¿verdad? Y además es mucho más razonable que comprar Banco Santander, luego BBVA, luego CaixaBank…. ¿No crees?

Limitación del riesgo

La segunda ventaja es que nos protege de eventos inesperados y de nuestros propios errores de inversión. La segunda ventaja pero posiblemente la primera razón para diversificar. Cuanto más amplia sea nuestra cartera, cuantas más empresas de calidad contenga y cuanto más diferentes sean más protegidos estaremos contra los posibles contratiempos de cada una de ellas.

Rentas más estables

La diversificación es esencial para estabilizar el comportamiento de nuestra cartera. La razón es simple: si invertimos todo nuestro patrimonio en una sola empresa, un revés en su negocio, un cambio de ciclo o un cambio regulatorio hará que tu cartera se vea muy penalizada. Obviamente pasaría lo contrario si la empresa se ve beneficiada por alguno de estos aspectos, pero lo lógico es buscar un conjunto de buenas empresas, de manera que si nos equivocamos con alguna, las demás compensen los efectos de esa equivocación.

Si nos centramos en inversión en dividendos, donde lo más importante es precisamente la renta mensual por dividendos, conviene que dicha renta esté sustentada en muchas empresas, para que esa renta se mantenga lo más estable posible independientemente de los cambios de divisa, de ciclo económico o sectoriales.

Rentas más repartidas temporalmente

Esta ventaja no es muy relevante pero muchos inversores en dividendos le conceden realmente mucha importancia. A medida que incorporas empresas a tu cartera y empiezas a comprar en diferentes mercados, los dividendos se empiezan a distribuir de manera más homogénea en todos los meses del año.


Digo que no es importante porque, si eres capaz de construir una renta por dividendos, seguro que serás capaz de guardar dinero del mes que cobres más dividendos para poder tener efectivo disponible el mes que cobres menos. Después de todo, una cierta gestión de la liquidez no debería ser muy problemática en inversores experimentados, ¿no? Aún así, es muy gratificante ver como los rendimientos entran en tu cuenta cada mes y como estos son de un importe parecido.

Inconvenientes de la diversificación

Menos rentabilidad

La principal desventaja de la diversificación es que te obliga a dejar de invertir todo tu patrimonio en las empresas que consideras mejores y eso puede limar considerablemente tu rentabilidad. ¿Por qué no invertir en esa empresa que te da un 7% de dividendos y renunciar a esa jugosa RPD?

¿Me estás diciendo que mejor que comprar cuatro empresas que me den alrededor del 4%? Pues sí, eso te estoy diciendo. O por lo menos, si coges la primera, acompáñala de otras que minimicen el riesgo. Una empresa con una rentabilidad tan alta puede tener algún problema oculto. Una alta RPD suele ser sinónimo de que la empresa cotiza a múltiplos muy bajos (y eso no suele pasar porque sí) o de que paga un dividendo excesivo. Sí, también puede ser que la empresa sea buenísima, pero de estas no hay muchas 🙂

Más gestión

Además, la diversificación tiene un coste de tiempo. No es el mismo esfuerzo en que tenemos que dedicar para analizar 2 o 3 empresas que el que necesitamos para gestionar una cartera de 30 o 40. Si utilizas varios brokers y compras empresas de varios mercados tendrás que acostumbrarte a actualizar periódicamente tu hoja de seguimiento porque si no se te acumularán los dividendos. Piensa que hay empresas que pagan 1, 2, 3, 4 y hasta 12 dividendos al año…

Más comisiones

Si operas más (diversificación temporal), en más mercados (diversificación geográfica) y en otras divisas tendrás que asumir unas comisiones mayores. Comprar fuera de España suele ser más caro, además de que en algunos casos tendrás que asumir la comisión de cambio, y comprar más implicará una comisión por cada compra adicional que hagas.


Algunos mercados son especialmente caros o no son accesibles. Esto hace que sea más sencillo acceder a ellos mediante fondos de inversión.

Tipos de diversificación

En empresas

La más evidente: no compres una empresa, compra varias. Sin atender a otras variables como a qué sector o geografía pertenecen, el mero hecho de comprar varias empresas te evitará los problemas puntuales que pueda tener una determinada empresa porque su negocio concreto (no el de su sector o geografía) vaya mal, porque su directiva se equivoque o porque pierda algún proyecto importante.

Temporal

La diversificación temporal se refiere al momento o momentos de compra. Consiste en realizar compras de empresas que hayamos analizado previamente de manera espaciada en el tiempo. De esa manera conseguirás buenos precios medios de compra independientemente de lo que haga el mercado. No será el mejor precio pero tampoco el peor y habrás comprado a un precio razonable.

Una de las recomendaciones recurrentes cuando empiezas a invertir y dispones de bastante ahorro acumulado es invertir de golpe una parte y el resto irlo invirtiendo haciendo compras periódicas, precisamente para conseguir buenos precios medios y no gastar toda tu liquidez en el punto más alto del ciclo.

En sectores

Diversificar sectorialmente también es una buena manera de limitar el riesgo. Si nos ceñimos a España podremos invertir en buenas empresas del sector financiero, energético o constructor, pero será necesario mirar a otras geografías si queremos empresas fuertes en otros sectores. En España no tenemos una Coca-Cola, una Procter&Gamble, una IBM o una BMW…


Esto tiene un peligro y es que las empresas más adecuadas para la inversión en dividendos se concentran en unos pocos sectores y muy especialmente en el sector de consumo defensivo. ¿Qué hacemos entonces? ¿Renunciamos a muchas de estas empresas a pesar de ser muy buenas para nuestra estrategia o sobreponderamos un determinado sector, aumentando el riesgo de que algún problema en él haga que se tambalee nuestra cartera?

En la misma línea, cuando un determinado sector está siendo castigado por la razón que sea, podemos tener la tentación de comprar muchas empresas de ese sector. Esto no está necesariamente mal, pero hay que tener presente que posteriormente habrá que corregir la sobreponderación comprando empresas de otros sectores o vendiendo parte de estas acciones cuando el mercado las vuelva a valorar adecuadamente.

En geografías

Por lo tanto, para tener una adecuada diversificación en sectores será necesario comprar empresas de fuera de España. Pero esa no es la única razón. Por ejemplo, las grandes empresas de un país están muy correlacionadas con su índice, así que apuntando a diferentes países disminuyes este riesgo. Además, el ciclo económico va a diferente ritmo en cada mercado y diversificar geográficamente te ayudará a suavizar la transición.

Cuando hablamos de diversificación geográfica no sólo nos referimos al lugar donde la empresa tiene la sede social sino a las principales zonas del mundo donde desarrolla su actividad o comercializa sus productos o servicios. En este punto hay que tener en cuenta el riesgo divisa, que puede actuar a favor o en contra.

En divisas

Como decíamos en el punto anterior, muy relacionada con la diversificación geográfica está la diversificación en divisas. La mayoría de empresas que nos interesan están muy internacionalizadas y operan en multitud de países. Eso significa que están expuestas a muchas divisas, así que en este punto nos referimos a la moneda en la que consolidan los resultados. Nuestra moneda es el euro, así que las variaciones en el cambio entre la moneda en la que consolida resultados (y paga dividendos) y el euro afectará a nuestra renta mensual.


¿Qué moneda ganará? No lo sabemos, así que tenemos dos opciones:

  • Comprar empresas en euros, con lo cuál nos evitamos esta preocupación.
  • Diversificar entre empresas que operen en las monedas más importantes: dólares, euros. libras, francos…

En estrategias

Muchos inversores no invierten siguiendo una única estrategia. Es habitual que los inversores en dividendos también utilicen fondos de inversión de gestoras independientes con el apellido «value» o fondos indexados. La razón es bastante sencilla. Todas las estrategias son válidas y utilizar varias de manera sensata minimiza los riesgos que asumes utilizando sólo una y llevándola a la práctica de manera poco eficiente.

Además, recuerda la famosa frase de todos los productos bancarios: «rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras». Que una estrategia funcionase bien en el pasado no significa que lo haga también en el futuro. Utilizar varias aumenta las posibilidades de éxito.

En brokers

Diversificar el depósito de tu patrimonio en varias entidades reduce el riesgo que asumes si sólo utilizas uno. Imagínate que tu capital queda bloqueado durante un tiempo porque el depositario pasa por problemas y la justicia tiene que solucionarlo. Si sólo tienes un broker tendrás toda tu cartera bloqueada pero, si tienes varios, ese problema afectará sólo a uno de ellos.

Remarcar que las acciones son tuyas, que el patrimonio del broker debería estar separado del patrimonio de los clientes y que, en caso de problemas, sólo habría que traspasarlo a otra entidad, y que, además tenemos los fondos de garantía para cubrir los casos en que esto no sea posible. Pero, aún así, mejor tener tu patrimonio en varias entidades.

Cómo diversificar


A la hora de diversificar tienes que hacer una mínima planificación. Lo primero que deberías pensar es la moneda en la que vives. No tiene sentido que todos tus ingresos sean en dólares si tus gastos son en euros. Por lo tanto, deberías decidir qué porcentaje de tu cartera (sea en valor invertido, valor actual o dividendos) dedicarás a cada divisa. Y cuando hablamos de divisas nos referimos a divisas tanto de negocio como de pago de dividendos: nos interesa un flujo lo más estable posible en euros.

El segundo paso es pensar cuántas empresas constituirán tu cartera. No se trata de ir aumentando el número a lo loco, ya que hay estudios que demuestra que a partir de un cierto número (en torno a 12) aumentar el número de empresas no disminuye sustancialmente el riesgo. Aún así, la tranquilidad es subjetiva y muchos inversores prefieren un número bastante mayor. Piensa qué tipo de cartera quieres tú.

Y si una empresa toma demasiado peso en tu cartera, sea porque has invertido más de la cuenta, porque se ha revalorizado mucho o porque te la has encontrado (herencia, decisión de tu pareja, etc…) piensa en estrategias para rebalancear la cartera e intentar equilibrarla.

En el fondo, diversificar no es más que sentido común en estado puro, pero planifica un poco el tipo de cartera que quieres para no dar pasos en falso. La diversificación debe hacerse siempre con el objetivo de cartera que quieres siempre en mente.

Y si quieres saber más…

Si quieres profundizar un poco más en aspectos más concretos sobre la diversificación puedes leer estos artículos:


Si quieres saber más sobre  invertir en dividendos lee esta página. Y si prefieres entrar en profundidad en algún aspecto concreto de esta estrategia de inversión, aquí tienes las diferentes secciones en las que se tratan.



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