Hoy os presento el blog Despierta tu Dinero, que nos explicará como utilizar las acciones de empresas que reparten dividendos crecientes para construir una cartera de fondos evitando sus inconvenientes¡Hola, cazadividendos! ¿Te has planteado que la inversión en acciones de empresas que reparten dividendos crecientes es algo muy parecido a la inverión en bonos, pero quedándonos solo con lo bueno y evitando los inconvenientes. Para ellos es fundamental pensar en el largo plazo. Es el tiempo el que te permitirá asimilar paradógicamente la arriesgada inversión en bolsa a algo tan tremendamente conservador como los bonos. Bien pensado, si quieres convencer a alguien de las bondades de los dividendos y él sólo ve los peligros de jugarse su dinero en bolsa, este artículo puede ayudarte a conseguirlo.

Hoy hablamos sobre la estrategia equity-bond, que consiste en usar el dividendo de determinadas empresas para conseguir el bono perfecto.

Bonos… para lo bueno y para lo malo

¿Te has fijado en cuáles son, según el punto de vista tradicional, los principales atractivos de los bonos para los inversores? Preguntando a cualquier inversor es probable que te diga que ofrecen una renta estable en forma de cupones, una fecha de vencimiento conocida y un nivel de riesgo bajo si la empresa emisora es de buena calidad. Pero, dejando de lado esta visión tradicional de los bonos, me gustaría hacer algunas reflexiones.

Renta estable…. ¿quizás demasiado?

En primer lugar, es cierto que te ofrecen una renta estable. Sin embargo, en mi opinión, es demasiado estable, pues aparte de los bonos cupón cero y otras invenciones de las finanzas modernas, cuando compras un bono normal este te retribuye los mismos cupones todos los años, lo que te deja a merced de la inflación.

Fecha de vencimiento… ¿realmente útil?

En segundo lugar, me gustaría preguntarte: ¿conocer la fecha de vencimiento de tu bono es realmente una ventaja? Suponiendo que eres un inversor a largo plazo (expresión que siempre me ha parecido redundante), es probable que quieras mantener tu bono hasta su vencimiento, dentro de cinco, diez, quince, veinte o más años.


Por lo tanto, si tu objetivo es crear un patrimonio que vaya creciendo al compás del interés compuesto y te genere cada vez más ingresos, ¿te resulta realmente útil que tu inversión tenga una vida útil limitada? ¿No sería mejor que tus inversiones siguieran creciendo y creciendo sin tener que volver a colocar el nominal cada ciertos años a causa del vencimiento del bono?

Amortizaciones de bonos inesperadas

Si te fijas en la letra pequeña de muchas emisiones te darás cuenta de que la empresa se reserva el derecho a amortizar sus bonos en el momento que lo considere conveniente, normalmente para aprovechar mejores circunstancias de financiación.

¿Qué implicaciones tendría esto para ti? Pues que te devolverían tu inversión inicial y emitirían nuevos bonos que pagarían un tipo de interés más bajo, con lo que a la compañía le saldría más barato financiarse. Por lo tanto, si quisieras volver a comprar bonos de esa empresa, te pagarían menos. No parece la manera más óptima de hacer crecer un patrimonio, ¿no?

Los bonos implican bajo riesgo…. ¿seguro?

Oirás en muchas ocasiones que si mantienes el bono hasta el vencimiento eliminas el riesgo de tener que venderlo en un momento en el que su precio te sea desfavorable, con lo que sumado a la buena situación financiera de la compañía emisora, hacen que ese bono sea una inversión de bajo riesgo.

Aunque a priori no lo parezca, los bonos tienen muchos riesgos asociadosEntonces yo te pregunto: ¿qué hay del riesgo a que la inflación se vaya comiendo el poder adquisitivo de tus cupones? De hecho, tienes la seguridad de que en un periodo de varios años la inflación afectará sí o sí a una parte de estos, con lo que la incertidumbre realmente está en si lo hará de forma significativa o tendrá un efecto poco importante. Además, ¿qué pasa si la empresa decide amortizar los bonos para realizar una nueva emisión a unos tipos inferiores? Piensa que esa es una de las opciones que se reservan los emisores por si pueden financiarse posteriormente a mejor precio. ¿No estás asumiendo el riesgo de que tus ingresos se vean reducidos al desaparecer esos bonos y tener que comprar otros con una rentabilidad inferior?

Qué es la estrategia equity-bond y cómo aplicarla


Teniendo todo esto en cuenta, ¿te imaginas un bono que te ofreciera una renta estable y creciente año a año y que a su vez te protegiera mucho más de la inflación? ¿Que no tuviera un periodo de vencimiento permitiéndote así adecuarlo al periodo indefinido de tu cartera? ¿Que no se pudiera amortizar por sorpresa? ¿Que tuviera un nivel de riesgo similar a los bonos comentados, o incluso menor, pero una rentabilidad inicial superior y una rentabilidad futura creciente?

Aquí es donde entra en juego la estrategia equity-bond que, a pesar de su glamouroso nombre en inglés, es muy fácil de comprender. Deja que te muestre cómo se aplica.

La estrategia equity-bond está pensada para ser aplicada en compañías con un modelo de negocio probado con éxito a lo largo del tiempo, una rentabilidad sobre los recursos propios aceptable, unos beneficios y flujos de caja libre estables y crecientes, una deuda controlada y, cómo no, un dividendo por acción sólido y creciente.

Lo primero que tienes que hacer es buscar compañías que cumplan con los requisitosLo primero que tienes que hacer es buscar compañías que cumplan con los requisitos del párrafo anterior, es decir, compañías de gran calidad desde el punto de vista fundamental. En principio hay muchas empresas que potencialmente puedan servir pero, como orientación te diré que, en mi experiencia personal, donde he encontrado más empresas en las que aplicar la estrategia equity-bond ha sido en los sectores utilities, bienes de consumo y alguna que otra en el financiero (sin contar los bancos, aunque eso no quiere decir que no se pueda aplicar). ¿Crees que es casualidad? No lo es. Piensa que estos tres sectores son especialmente estables y permiten a las empresas que operan en ellos mantener una política de dividendos muy interesante para este tipo de inversión.

Una vez has identificado negocios de primera calidad en los que poder aplicar esta estrategia, el siguiente paso consiste en comprar acciones de dichas empresas enfocando el dividendo como una herramienta para convertir los puntos débiles de los bonos en ventajas para ti.

Renta estable y creciente en el tiempo


Si escoges bien las empresas la rentabilidad a partir de dividendos crecientes a largo plazo será superior a la de cualquier bonoDebes esperar a que la locura del Sr. Mercado te ofrezca las acciones a un precio que, aparte de tener sentido desde un punto de vista empresarial, te ofrezca una rentabilidad por dividendo inicial superior a la rentabilidad que te ofrecen los bonos de esa misma empresa. De esta manera no sólo tendrás una renta estable en forma de dividendos, sino que además te ofrecerá dividendos crecientes que aumentarán tu rentabilidad año a año y te protegerá mucho mejor de la inflación. Recuerda que cuando compras un bono estás prestando dinero a la compañía, pero no eres propietario de esta, con lo que no se te permite participar en los beneficios futuros más allá de tus cupones. En cambio, al adquirir acciones estás comprando una pequeña parte del negocio (de ahí el enfoque empresarial que te comentaba), con lo que sí se te permitirá participar en el crecimiento futuro de los beneficios.

Sin limitaciones temporales para el interés compuesto

Un segundo aspecto a tener en cuenta es que las acciones comunes no tienen fecha de vencimiento, con lo que no tendrás que decidir cada pocos años dónde poner el capital de tu bono vencido, sino que tu dinero podrá seguir trabajando incansablemente para ti sin interrupciones.

Adicionalmente, al no tener fecha de vencimiento, tienes la posibilidad de complementar tus ingresos vía dividendos con una apreciación del capital a largo plazo si el precio de las acciones va subiendo, cosa que no ocurre en el caso de que mantengas tus bonos hasta su vencimiento.

Amortizaciones de acciones favorables para ti

¿Recuerdas, además, que uno de los puntos desfavorables de los bonos es la posibilidad de que sean amortizados prematuramente? Comprando acciones no tendrás este problema. Pero, ¡ojo! Ya que las acciones también se pueden amortizar cuando la empresa así lo crea conveniente.

La diferencia está en que cuando la compañía amortiza los bonos, tú dejas de cobrar los cupones y esta te devuelve el capital principal. En cambio, cuando se amortizan acciones a través de las conocidas amortizaciones de autocartera, significa que la empresa elimina definitivamente acciones que tenía en su poder, con lo cual los futuros dividendos tendrán que distribuirse entre un menor número de acciones. Esto hará que tú, aún manteniendo la misma cantidad de estas, cobres un dividendo mayor.

Reduciendo el riesgo


La inversión en acciones, en contra de la creencia popular, tienen un riesgo muy reducido comparado con la invrsión en bonosFinalmente, hablando del riesgo, la creencia tradicional es que las acciones son mucho más arriesgadas que los bonos. Esto es una idea preconcebida que, según creo yo, tiene su origen a principios del siglo XX, cuando los bonos se consideraban inversiones y las acciones elementos puramente especulativos. Pero realmente, si tienes que vender tu inversión en un momento en el cual el precio te resulta desfavorable, da igual tener acciones que bonos, con lo cual, en este sentido, las acciones no son más arriesgadas que los bonos. Además, como inversor a largo plazo que quiere construir y mantener un patrimonio creciente, querrás mantener tus inversiones indefinidamente,  siempre y cuando la situación fundamental del negocio siga siendo excelente. Por lo tanto, el precio que puedan tener tus acciones en un determinado momento no aumentará el nivel de riesgo que debes asumir.

Por otro lado, mirándolo desde el punto de vista de la inflación, ya has visto que unos dividendos crecientes en el tiempo te permiten combatirla mucho mejor que con unos cupones constantes. Por lo tanto, dichos dividendos te permiten disminuir el riesgo de que tus rentas pierdan poder adquisitivo.

Desde la perspectiva de las amortizaciones, recuerda que mientras en el caso de los bonos representan un riesgo para tus rentas, en el caso de las acciones son un impulso en la rentabilidad que consigues con tus dividendos.

Respecto al riesgo de que la empresa atraviese problemas financieros y decida reducir, o incluso suprimir, el dividendo temporalmente, recuerda que centrándote en empresas de calidad conseguirás que en la práctica este riesgo sea muy bajo. Y, ¿qué hay del riesgo de quiebra? Pues si bien es cierto que en caso de concurso de acreedores los inversores en bonos tendrán preferencia ante los accionistas (por poseer deuda en vez de capital social), precisamente te centras en negocios excelentes y de gran calidad para que en la práctica este riesgo acabe siendo muy similar para ambos tipos de inversor, ya que las probabilidades de que estos negocios quiebren son muy bajas.

Conclusión

Como has podido ver, la estrategia equity-bond te permite usar el dividendo para mantener las ventajas de los bonos y al mismo tiempo mejorar sus puntos débiles. Se trata de ver el dividendo cómo un bono creciente a lo largo del tiempo y que te ofrece una rentabilidad inicial superior incluso con un menor riesgo. Así que ya lo sabes, si quieres aportar cierta estabilidad de ingresos a tu cartera, la estrategia equity-bond es una buena opción a tener en cuenta.


¡Que tengas buena caza!

Y si quieres saber más…

Si quieres saber más sobre la estrategia de inversión en dividendos lee esta página. Y si prefieres entrar en profundidad en algún aspecto concreto aquí tienes artículos más específicos sobre la estrategia.



Índice | Todos los artículos