El conocimiento es dinero¡Hola, cazadividendos! No hay ninguna duda: si sabes cómo funciona el sistema y lo aprovechas, puedes optimizar tus finanzas personales de manera muy significativa. Sé que tienes cosas mucho más interesantes que hacer que que hacer la declaración de renta, pensar en el impuesto de sucesiones, revisar los seguros o formalizar mediante un préstamo ese dinero que les dejaste a tus padres, pero créeme: vale la pena. Y mucho. En este artículo revisaremos cuestiones muy diversas y posiblemente sin ninguna relación entre sí salvo que si las conoces pueden ahorrarte o hacerte ganar mucho dinero. Conozco mucha gente que rehuye estos temas y se los deja a su gestor. O peor aún, que los resuelven ellos mismos en diez minutos. Míralo de esta manera: si tú no te preocupas por tu dinero nadie lo hará. 

Lo volveré a repetir porque es posiblemente la frase más importante del artículo: si tú no te preocupas por tu dinero nadie lo hará. La consecuencia inmediata de esto es que deberías preocuparte por tu dinero, por lo menos un poquito. Y eso tiene dos implicaciones:

  • Deberías entender cómo funcionan las cosas y especialmente las relacionadas con educación financiera e inversión. Para ello puedes echarle un ojo a todo lo que te ofrecemos en Los Cazadividendos y:
  • Deberías tomar las medidas para aplicar este conocimiento a mejorar tu situación financiera.

O dicho de otro modo: no pases de las cosas. Te preocupas mucho de que te suban el sueldo y es posible que también estés intentando reducir tus gastos, dejando de hacer cosas que cuestan dinero y que no son imprescindibles, pero que igual te apetecen hacer. Y todo esto lo haces por mejorar la situación financiera de tu familia y para intentar vivir del dividendo, pero luego fallas en estas cosas por dejadez. No tiene mucho sentido, ¿no?.

Sé curioso, sé proactivo

El primer paso es ser curioso y preocuparse de entender cómo funciona el sistema. Desde los impuestos hasta los productos financieros. Sé que para la mayoría de gente estos temas son tremendamente aburridos pero es completamente necesario que conozcas los entresijos del sistema, porque afectarán a tu vida de una manera muy importante. Por ponerte algunos ejemplos:

  • La próxima vez que te llegue una factura mira lo que te están cobrando. ¿Necesitas todo lo que aparece en ella? ¿Podrías dar de baja alguna cosa que no utilizas?
  • Cuando tengas que hacer la declaración de renta no confirmes sólo el borrador. Revisa todos los apartados y comprueba que no se hayan dejado nada. ¿Entiendes los datos que la Agencia Tributaria ha rellenado por ti? ¿Has probado a cambiar algún dato para ver cómo afecta a lo que pagas o cobras? Es un buen ejercicio para cambiar cosas este año y pagar menos el año que viene.
  • ¿Eres de los que cambias de compañía de seguros cada vez que toca renovación y consigues un precio mejor? ¿Sabes que si tienes varios seguros no es necesario que pagues por los mismos conceptos en todos ellos? Igual vale la pena tener todos los seguros en la misma compañía para que te traten mejor y asegurarte de que tienes todos tus bienes bien asegurados en vez de cambiar cada año de aseguradora.

Ahora mismo estarás pensando: pero si nadie lo hace. Tienes toda la razón. Pierden dinero y no lo saben. O pierden dinero porque no lo saben. Todo depende de cómo se mire. Piénsalo. ¿Si supieran que preocuparse de estos temas les supondría disponer de 2.000 € más al año lo harían?


Y más importante aún… ¿Tú lo harías?

En este artículo haremos un breve recorrido por algunos temas que todos deberíamos conocer y que nos pueden ahorrar dinero de manera recurrente o en alguna situación muy concreta. En el primer caso veremos los resultados casi inmediatamente. En el segundo tendremos que esperar a que se produzca esa situación concreta. Pero valdrá mucho la pena cuando llegue el momento. Te lo digo por experiencia.

¡Vamos allá!

Algunos ejemplos cotidianos

Dinero y transmisiones

Empecemos por temas diversos relacionados con el dinero. Algunos responden a ideas preconcebidas que la mayoría de personas tienen interiorizadas pero que son erróneas mientras que otras son simplemente cosas que deberíamos saber para hacer las cosas bien y no tener problemas posteriormente. Recuerda que entender el dinero es una de los pilares de la independencia financiera.

Los grandes pasivos familiares

Muchas veces se dice que una casa o un coche es una mala inversión. En el primer caso, porque el apalancamiento necesario es muy alto y no sabemos cómo evolucionará el precio de la vivienda. Y en el segundo, porque el coche pierde valor en el momento en que pisa la calle.


Pero aparte de la deuda que contraes, el principal motivo para ser una mala inversión son los gastos fijos que añade a tu presupuesto familiar. Estos bienes son pasivos, en el sentido de que quitan dinero de tu bolsillo. Y no hablo del pago del préstamo, que también, sino de la retahíla de impuestos, seguros y cuotas que tendrás que satisfacer por el hecho de tenerlas:

  • Impuesto de bienes inmuebles (IBI) / Impuesto sobre vehículos de tracción mecánica (IVTM o impuesto de circulación).
  • Seguro de hogar / seguro del coche.
  • Gastos de  comunidad en el caso de la vivienda / Gastos de comunidad o alquiler en el caso si tienes un aparcamiento.
  • Gastos de reparación e inspección técnica de vehículos.

Mucha gente mantiene una segunda vivienda o un coche que no utilizan simplemente porque «no le cuesta nada», pero la realidad es que fácilmente pueden restar 1.500 € del presupuesto familiar en el caso de la vivienda y unos 600 € en el caso del coche.

Piensa bien si necesitas este tipo de pasivos. Intenta si el uso que les das realmente compensa estos gastos o hay una razón de prestigio social. Muchas veces el uso se limita a los periodos vacacionales y es mejor alquilar estos bienes que tenerlos en propiedad para un par de semanas al año.

Piensa que si los vendes te libras de todos esos gastos fijos y puedes invertir el importe que obtengas en cualquier fuente de ingresos pasivos. De esta manera, el dinero estará en tu bolsillo en vez de fuera de él y, si en algún momento decides irte de vacaciones a algún sitio, siempre podrás alquilar una residencia que se ajuste exactamente a tus necesidades con ese dinero.

Rizando más el rizo, hay gente que está cerca de alcanzar la independencia financiera y decide desprenderse de su casa para cambiar de domicilio a un lugar más barato y poder dejar de trabajar ya.

La retención en las rentas


Las retenciones a cuenta que practican en el momento de pagarte la nómina o cuando te pagan algún rendimiento en el banco o en el broker son una especie de anticipo del impuesto sobre la renta de las personas físicas. La idea es que pagues una parte del impuesto y al hacer la declaración de renta, pagarás lo que te falte. Seguro que has oído más de una vez a alguien decir esto:

  • Voy a pedir que me retengan más en la nómina, porque si no luego tendré que pagar en la declaración de renta.
  • No me gusta este broker porque no me retiene en España y luego tengo que ponerlo en la declaración

Es decir, no te gusta que te retengan poco. Imagínate un pago que te hacen en enero de este año. La tributación real no la complementarás hasta la declaración de renta de este ejercicio, que se hace normalmente entre mayo y junio del año que viene Si te sale a pagar, incluso puedes fraccionarlo y acabarlo pagando a final de año. Eso significa que si no lo pagas ahora y esperas a final de año, La Agencia Tributaria te está prestando a interés cero ese dinero hasta que se lo pagues.

Siendo así, ¿por qué insistir en pagar ahora? ¿No es mejor tenerlo tú y utilizarlo durante este periodo de entre uno y dos años? ¿Cuánto puedes obtener de rentabilidad por ese dinero en ese período?

Préstamo entre familiares

Los préstamos entre familiares son un buen momento para formalizar el dinero que dejas a otros miembros de tu familia y que quede constancia de cara a futuras transmisiones. La ventaja principal de este tipo de préstamos es que se pueden formalizar mediante un documento privado (no es necesario un documento notarial) y , si bien tienes que presentar el modelo 600 de La Agencia Tributaria, están exentos de tributación y no hay que pagar nada.

¿En qué casos son útiles? Cuando haces un préstamo a alguien y quieres asegurarte de que alguien responderá por ese dinero.


Imagínate que dejas dinero a tus padres por una necesidad puntual pero tienes más hermanos. Si es una cantidad importante puede ser muy conveniente formalizarlo con un préstamo. La consecuencia de hacerlo es que tus padres aceptan que te deben ese dinero y, en caso de fallecer, esa deuda es parte del caudal hereditario y será heredada por los herederos de tus padres. Dicho de otra manera, es una manera de restar tu dinero de la herencia de tus padres y no tributar por un dinero que era tuyo.

Premio de lotería

Sí, ya lo sé: es muy improbable que te toque la lotería, pero si tienes la suerte de que así sea, piensa bien cómo vas a cobrarlo y hazlo directamente a nombre de los titulares finales. Si lo pones a nombre de uno y luego haces transferencias a los otros, se puede interpretar como una donación y tendréis que pagar el impuesto de donaciones correspondiente.

Aprende maneras de ahorrar sencillas

Está claro que ahorrar cuesta para la mayoría de gente y, si no se toman medidas, lo normal es que los gastos se expandan hasta el total de los ingresos. Pero hay ciertas medidas que podemos hacer todos y que traen consigo un ahorro implícito. Sólo hay que conocerlas y entender su verdadero poder.

Un ejemplo sería hacer las compras de productos no perecederos por internet y aprovechando al máximo las ofertas. No compres lo que necesitas ahora, compra lo que necesitarás en el próximo año siempre que el precio mejore lo que encuentras en tus tiendas del barrio o tu supermercado habitual. Con esto garantizarás un buen precio y un ahorro sin ningún tipo de esfuerzo. Esto, que es muy evidente, hay muchísima gente que no lo hace porque no entiende realmente que aprovechar un tres por dos en aceite y comprar tres cajas es conseguir una caja gratis.

Y otro sería preguntar ante cualquier aumento de precio de los servicios que tienes contratados. Preguntar las razones del incremento y solicitar un ajuste en el precio, cosa que puedes hacer con una simple llamada o enviando un correo, suele dar muy buenos resultados. Y por lo que cuesta… Mucha gente minimiza los beneficios de hacer esto, pero lo hace porque emocionalmente les cuesta mucho hacerlo. Interiorizar que el beneficio será considerable y hacerlo de manera automatizada será muy beneficioso para tu economía familiar.


También es buena idea estar al tanto de las ventajas para accionistas de las empresas que tienes en tu cartera. Igual tienes acciones de una empresa petrolera que te hace descuento al repostar o acciones de un banco que te permiten tener una cuenta con menos comisiones.

Asegura tu dinero

Con lo que cuesta ganar tu dinero no se lo des a cualquiera. No lo deposites en cualquier chiringuito sólo porque te dé un interés alto o no utilices un broker low-cost sólo porque las comisiones son ridículas. Comprueba que los bancos y los brokers que utilizas son de fiar. Mucha gente no se preocupa de estas cosas con el típico argumento autocomplaciente «a mi no me va a pasar». Pero acaba pasando.

Por eso es importantísimo que te asegures de que tus ahorros y tus inversiones están respaldadas porque las entidades que utilizas están adheridas a los fondos de garantía de depósitos e inversiones que les corresponden y que diversifiques entre varias entidades por si alguna tiene problemas. Hay muchos brokers y cada uno garantiza un importe diferente, en función del fondo de garantía que los respalde. Entre los más populares encontramos ING (20.000 €), Selfbank (100.000 €), Clicktrade (100.000 €), Interactive Brokers (hasta 500.000 $), Degiro (20.000 €) y ActivoTrade (100.000 €).

Si tienes aversión a los trámites y a la burocracia, ten en cuenta que si contratas un broker que deposite los activos en el extranjero tendrás que presentar el modelo 720 del Ministerio de Hacienda y el modelo D6 del Ministerio de Economía para informar a la administración de tus bienes en el extranjero.

Planifica

Es muy importante que te acostumbres a planificar las cuestiones relacionadas con el dinero. Las compras planificadas suelen resultar en productos más adecuadas a nuestras necesidades y a precios más acordes al producto que estás comprando. Invertir de acuerdo a un plan será mucho más efectivo que simplemente ir invirtiendo y si te ayudas de herramientas como las descritas aquí será muy sencillo. Tienes una hoja para hacer el seguimiento, un tutorial para ver la evolución en euros de empresas que cotizan en otras divisas y varias opciones para ayudarte a elegir tus inversiones: OCU Inversiones, Morningstar Dividend Investor e imitar a los gestores de fondos ibéricos.


Eso sí, no planifiques y luego cambies el plan a la primera. Si lo haces una vez lo harás siempre que no te apetezca o cuando tengas prisas. Y las prisas y el dinero no son buenos compañeros de viaje. El aspecto psicológico será fundamental porque tu mente intentará una y otra vez dejarse llevar por las emociones.

Invierte en activos que te generen ingresos

Porque ahorrar no es suficiente. El dinero pierde su valor por el efecto de la inflación, así que hay que buscar maneras de que el dinero genere más dinero o, lo que es lo mismo, invertir. Esto puede hacerse de muy diversas maneras. Si no tienes conocimientos o quieres dedicar poco tiempo puedes decantarte por estrategias sencillas como la indexación o delegar en fondos de inversión con un buen histórico de resultados.

Con un poco más de formación puedes invertir en acciones de empresas de dividendos crecientes, que es la estrategia que hemos escogido aquí y que, aunque requiere algo más de conocimiento, te proporcionará un mayor control de la inversión y un flujo de ingresos periódicos sin tener que vender el capital invertido. El tiempo dedicado a aprender a invertir en bolsa es un tiempo muy bien empleado. No es necesario ser un gurú, pero conocer las bases para tener un criterio propio es muy importante. Y con ese conocimiento podrás construir una renta por dividendos, que no es más que una especie de bono, pero que se actualiza a medida que pasa el tiempo.

Para ello tendrás que escoger las mejores empresas, aquellas cuyos beneficios se incrementan durante décadas al tiempo que van aumentando el dividendo que pagan al accionista. Necesitarás un método para escogerlas o copiar a gente que sepa hacerlo. Y lo ideal será comprarlas infravaloradas, pero muchas veces estas empresas estarán caras y la rentabilidad será baja.

¡No te dejes engañar! A largo plazo serán las más rentables porque su dividendo subirá pase lo que pase. Por eso deberás pensar estrategias para comprarlas aunque estén caras. O ayudarte del análisis técnico para intentar comprar abajo. O vendiendo puts para garantizarte un buen precio. Todo vale si te permite comprar a precios razonables o, por lo menos, no comprar caro.


Diversifica adecuadamente. No te fíes de que sean muy buenas empresas y ten un número razonable de posiciones en tu cartera de inversión e intenta que ninguna de ellas represente un porcentaje muy alto de tu patrimonio para evitar que un problema en su negocio afecte demasiado a tus rentas.

Eso no significa que no aproveches las oportunidades que te dé el mercado. Si un sector está deprimido y pasando por problemas, lo normal es que compres empresas de ese sector, aun a riesgo de descompensar tu cartera temporalmente. No te preocupes, más adelante será otro sector el que dará oportunidades y, cuando compres empresas de ese sector, la cartera se irá equilibrando poco a poco.

Otro tema es que muchas de las empresas que selecciones pertenezcan a un mismo sector, el sector defensivo, en el que se acumulan empresas que llevan décadas incrementando el dividendo, cosa que las convierte en empresas muy adecuadas para nuestra estrategia. En este caso, la pregunta está clara: ¿renunciamos a algunas de estas empresas para tener una cartera más diversificada o nuestra cartera estará por diseño sobrerepresentada por empresas de este sector?

Hasta ahora no hemos hablado de los países donde debemos comprar las empresas. Porque hay buenas empresas en muchos países y lo fácil es comprarlas en España (o en tu país de origen), pero no es buena idea comprarlas sólo en España. El broker te cobrará menos comisiones, no tendrás que estar pendiente del cambio de divisas, no tendrás problemas porque los otros países te cobren impuestos (o incluso tasas específicas de ese país) y tendrás rentabilidades por dividendo iniciales más altas, ya que en España suele ser así, pero quedándote en España te pierdes muchos sectores aptos para la inversión en dividendos y que no encontrarás en empresas de un cierto nivel en España.

Uno de los problemas que más preocupan a los inversores que quieren empezar a invertir fuera de España es el cambio de divisas. Nosotros utilizamos euros en nuestra vida diaria y comprar acciones en otras divisas (dólares o libras, por ejemplo), que además pagan los dividendos en esa divisa, es algo que no debemos obviar. El cambio de divisas afectará a las compras y será una variable más al decidir cuándo compramos una determinada empresa. No en vano marcará cuántas acciones podrás comprar.


Pero ese mismo cambio también marcará el importe en euros de tus dividendos. Un cambio favorable para comprar será desfavorable para cobrar dividendos y un cambio desfavorable para comprar será favorable para cobrar dividendos. Dicho de otro modo, el efecto del cambio afectará positivamente a unas operaciones y negativamente a otras y lo normal es que se vaya compensando. Es más, en fase de acumulación, el cambio de las compras se compensa parcialmente con el cambio de los dividendos: para la misma divisa cuanto menos ingreses más barato podrás comprar y cuanto menos ingreses más caro tendrás que comprar.

Lo cierto es que rápidamente te darás cuenta de que hay sectores que no están presentes en nuestro país y que, si buscas las mejores empresas, muchas veces estarán en otros países. ¿Hay empresas interesantes en España? Sí. Pero fuera tienes McDonald’s, Cocacola, Diageo, Bayer, Michelin, AXA, … ¿Renunciarás a estas empresas?

Entonces…. ¿de dónde serán las empresas de nuestra cartera? Pues primero escogeremos las mejores empresas y luego las compraremos. Allí donde estén. Te darás cuenta qeu si haces eso, muchas de ellas las encontrarás en mercados extranjeros: en Estados Unidos, en Reino Unido, en Europa, en Australia, etc…

Y respecto a los sectores, intentaremos tener representación en todos: desde el de consumo al energético, pasando por el inmobiliario, el financiero, el industrial, el químico y el asegurador, entre otros. Sé que muchos inversores tienen sectores tabú, pero en mi opinión todos son válidos mientras que la calidad de la empresa y sus perspectivas lo justifiquen. En cualquier caso, si un sector no te da buenas sensaciones o tienes alguna reticencia ética, simplemente no inviertas en él.

¿Y qué pasa si quieres acceder a mercados raros, que tu broker no te ofrece o que te ofrece pero con comisiones inasumibles? En ese caso, puedes comprar el ADR de esa empresa, siempre que la empresa lo ofrezca a través de algún depositario estadounidense. El ADR no es más que una representación de las acciones originales en forma de acciones estadounidenses, para que los estadounidenses puedan comprarlas como una acción más. Si compras el ADR lo haces con las condiciones que tu broker tenga para negociar con acciones estadounidenses. Utilizando el ADR puedes pagar menos comisiones e incluso obviar algunos impuestos que se pagan para las acciones en su mercado origen, como el Stamp Duty para las acciones británicas.


La mayoría de gente obtiene los mejores resultandos comprando buenas empresas y olvidándose para siempre. Bueno, olvidándose del todo no. Es conveniente revisar periódicamente si las empresas siguen siendo válidas para invertir en ellas, pero poco más. Dejarse llevar por el ruido de mercado y vender suele ser un error. Sólo hay que vender si la empresa ha dejado de servir para lo que la habíamos comprado, que es pagar dividendos e incrementarlos cada año. Hay otras razones para vender, pero podemos decir que no cumplir con el dividendo es la fundamental. ¿De qué sirve una empresa que compramos para cobrar un dividendo si ya no lo paga?

Es posible que te plantees vender para acelerar la consecución de los objetivos, pero eso requiere más conocimiento y es posible que a largo plazo te vaya peor, porque entran en juego las comisiones de los intermediarios y los pagos a Hacienda cada vez que ganas.

Piensa además cómo gestionarás tu ahorro, si invertirás el dinero en las empresas al disponer de él o si esperarás oportunidades de inversión. Es decir, ¿harás una cierta gestión de la liquidez o asumirás que es imposible predecir el mercado y lo mejor es estar invertidos lo antes posible?

Busca fuentes de ingresos alternativas

Hay muchas. Todo el mundo tiene habilidades que no explota. Seguro que eres buenísim@ en algo que te apasiona. Y si no eres buenísim@ seguro que eres mejor que la mayoría de gente, por el simple hecho de que te apasiona y le dedicas tiempo. ¿Por qué no convertirlo en una fuente de ingresos? Cualquier cosa, desde criar tortugas, hasta hacer maceteros de macramé, pasando por jugar al ajedrez o tu pasión por escribir, se puede convertir en una fuente de ingresos. Y cuantas más fuentes de ingresos mejor, porque si te falla una las otras estarán ahí aguantando el chaparrón.

Diversificar tus ingresos es una muy buena idea con el cambio de paradigma laboral que estamos viviendo. La temporalidad y precariedad hacia la que va el mundo del trabajo hará que se dejen de valorar tanto los conocimientos, a menos que sean realmente en un área en la que haya pocas personas y ese conocimiento aporte mucho valor, para empezare a valorar otras habilidades como la capacidad de adaptación, la superación, la creatividad o, en definitiva, ser capaz de sacarse las castañas del fuego.


Y más hoy en día, que internet pone a tu alcance la posibilidad de construir un gran escaparate para tus habilidades o aficiones con una inversión muy pequeña. Nadie dice que sea fácil. Eres tú el que tiene que decidir si da un paso al frente o no.

El sistema fiscal

Conocer nuestro sistema fiscal y cómo funcionan los impuestos es fundamental para reducir la tributación futura. Entender que la mayoría de impuestos son progresivos y qué son los mínimos personales y familiares nos ayudará a planificar la distribución de rentas y patrimonio en nuestra unidad familiar para pagar menos impuestos. Además nos ayudará a interiorizar que ganar más dinero del trabajo no mejora en la misma proporción nuestra calidad de vida, porque los impuestos se llevan una parte importante de ese dinero.

Esa es la razón principal de que la idea que tiene mucha gente de vivir para trabajar e intentar subir el sueldo constantemente llegue un momento que no tiene sentido, porque el esfuerzo no compensa. Y también la razón de que los más concienciados con este tema piensen en estrategias más avanzadas como utilizar mecanismos offshore.

¡Ojo! No digo que no sea válido. Digo que ganas más dinero con tu esfuerzo, dedicación, estrés, conocimiento, etc… y a ti te llega sólo una parte.¿Tiene sentido que el que se forma, sabe y trabaja el doble gane sólo un 20% más?

El impuesto sobre la renta de las personas físicas.

Empecemos por el impuesto estrella, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas o IRPF, el que más visibilidad tiene y más dolores de cabeza provoca a la mayoría de gente. Es un impuesto que, aunque se adelanta durante todo el año mediante pagos a cuenta en el cobro de la nómina y de las rentas del ahorro (dividendos, intereses, cupones, etc…), se acaba regularizando una vez al año, durante la campaña de la renta, que suele ser de mayo a junio de cada año.


Si no planificaste adecuadamente el impuesto es posible que tengas alguna sorpresa y tengas que hacer frente a algún pago inesperado.

El IRPF es un impuesto progresivo

Eso significa que a medida que tus rentas aumentas también aumenta el tipo que se aplica. Es decir, no sólo aumenta la base imponible (la base sobre la que se aplica el impuesto) sino los tipos que se aplica sobre ellas.

Por poner un ejemplo, las rentas del ahorro, entre las que se incluyen los dividendos, están gravadas de la siguiente manera:

  • Hasta los 6.000 € tributan al 19%.
  • De 6.000 € a 50.000 € tributan al 21%
  • A partir de 50.000 € tributan al 23%.

Esto significa que:

  • Si tus rentas del ahorro son 8.000 €, tributarás 6.000 € al 19% y 2.000 € al 21%.
  • Si tus rentas del ahorro son 52.000 €, tributarás 6.000 € al 19%, 44.000 € al 21% y 2.000 € al 23%.

Por lo tanto, hay que intentar que las rentas del ahorro se mantengan en los tramos más bajos posible para tributar poco. Si tienes inversiones que funcionaron mal y tienes pérdidas latentes, igual es buena idea venderlas para aflorar minusvalías y reducir la base.


Respecto a las rentas del trabajo, el esquema es parecido, salvo que el gravamen de la base liquidable general son notablemente más altos, siendo relativamente sencillo tributar por encima del 30%.

Mínimos personales y familiares

Cada persona tiene un importe mínimo exento de tributación, que para una persona sin cargas de 5.550 € al año. Eso significa que si cobras menos de esa cantidad tu tributación será cero y te tendrán que devolver todo lo que te hayan retenido durante ese ejercicio. Si tienes alguna discapacidad o cargas familiares (descendientes o ascendientes con discapacidad) esos mínimos se pueden incrementar en varios miles de euros.

Rentas del ahorro y del trabajo

Las rentas del trabajo y del ahorro tributan por separado. Hasta este momento, las del trabajo tributan a tipos mucho mayores que las del ahorro, y para salarios altos puede acercarse al 50%. Las del ahorro, como hemos visto antes están limitadas al 23%.

Sobre las rentas del trabajo poco se puede hacer, pero sobre las del ahorro sí se pueden realizar acciones para reducir la tributación. Por ejemplo, si tienes cuentas de valores con diferente titularidad, podrías ir aflorando minusvalías en una cuenta de valores, vendiendo acciones y recomprándolas en la otra cuenta de valores. De esta manera mantienes las acciones en cartera (si las compraste es porque son válidas para tu estrategia) y al mismo tiempo te beneficias de su baja cotización temporal.

De todas maneras, hay varios partidos políticos que proponen que se equipare la tributación de las rentas del ahorro a las del trabajo. Sería una medida tremendamente impopular porque gravaria a instrumentos de ahorro que utilizan las clases medias, como los depósitos, los fondos de inversión (en caso de venta) o los dividendos de las acciones.

Tributación por tus rentas

Entender todo esto es muy importante. Si en algún momento prevés que vivirás sólo de tus rentas del ahorro, piensa que tributarás mucho menos que tributas ahora por las del trabajo. Consejos que pueden ayudarte a reducir la tributación:

  • Divide las rentas entre todos los miembros de la familia. Recuerda que tienes 5.550 € exentos por cada miembro. Para una familia de tres miembros, si los aprovechais, tendréis 5.550 € x 3 = 16.650 € al año exentos de tributación.
  • Si el resto de los ingresos del ahorro se reparten también entre los tres miembros de manera que ninguno supera los 6.000 € adicionales, tributaréis al 19%. Imaginemos que cada uno cobra 6.000 € adicionales de dividendos. En ese caso tributarías 6.000 € x 3 x 19% = 18.000 € x 3 = 3.420 € de impuestos. Es decir, cobrarías 34.650 € (16.650 € + 18.000 €) y tributarías 3.420 €, un 9.8%.
  • Piensa en comprar tu jubilación con rentas del ahorro. Ganar más dinero proviniente del trabajo está muy penalizado a nivel fiscal y es mucho más eficiente, por lo menos con la situación actual, construirte rentas que provengan de activos del ahorro.

El impuesto de sucesiones

El impuesto de sucesiones es uno de los impuestos que más golpean a las clases medias, dependiendo de la comunidad autónoma en la que vivas. Es interesante saber cómo funciona para optimizar la tributación en caso de herencia:

  • El impuesto está transferido a las autonomías, así que cada comunidad tiene potestad para cambiar las bonificaciones, reducciones y tipos aplicados.
  • En general hay una reducción del 95% de la base imponible de la vivienda habitual hasta los 122.606,47 €.
  • Los planes de pensiones no tributan en sucesiones sino al rescatarlos. Los planes de seguros son seguros con un beneficiario. En caso de muerte los beneficiarios son los indicados en el propio plan y, si no hay ninguno, los que corresponda por orden sucesorio. En ese momento, el plan de pensiones se pone a nombre del beneficiario y este decide cómo y cuándo se cobra. Recuerda que los planes de pensiones tributan como rentas del trabajo al rescatarlos, así que son especialmente adecuados para transmitir patrimonio a personas que no trabajen, ya que podrán rescatarlos sin tributar o tributando poco.

Estos tres puntos permiten realizar una cierta planificación fiscal del impuesto. Por ejemplo:

  • Si tu comunidad autónoma aplica un impuesto de sucesiones confiscatorio, valora la opción de cambiarte a una donde el trato sea más favorable. No siempre será posible, pero si cuando no trabajes estás entre dos o tres comunidades autónomas igual es una opción.
  • Si vives entre dos viviendas, fija tu residencia fiscal en la que aproveche mejor la reducción por vivienda habitual.
  • Utiliza los planes de pensiones para transmitir patrimonio sin tributar a los herederos que no tengan rentas del trabajo o tengas unas rentas del trabajo bajas.
  • Y sobre todo no lo dejes al azar: haz testamento.

El impuesto de patrimonio

Aunque a nivel estatal hay un mínimo exento de 700.000 €, la gestión del Impuesto sobre el Patrimonio también está transferido a las comunidades autónomas y algunas reducen ese límite hasta los 400.000 € o 500.000 €. Además, hay partidos que defienden reducir estos límites exentos para recaudar más por la riqueza.

Las recomendaciones para este impuesto son muy parecidas a las del impuesto sobre la renta de las personas físicas. Al ser un impuesto progresivo, conviene repartir el patrimonio entre los miembros de la familia para que ninguno supere el límite exento y evitar así tributar.

El usufructo como instrumento fiscal


La propiedad de un bien se divide en nuda propiedad (la propiedad del bien) y el usufructo (el derecho al uso y disfrute del bien). En general ambos van unidos. Cuando compras una casa, por ejemplo, compras ambos derechos. El usufructo aparece normalmente en las herencias, cuando por ejemplo los hijos de la persona fallecida reciben la nuda propiedad pero el usufructo quedan reservado al cónyuge, para evitar que quede desprotegido.

Pero eso no impide que el usufructo se pueda utilizar en otras situaciones. El usufructo es parte de la propiedad del bien, con lo cual se puede transmitir. Y se puede transmitir de manera permanente (como en el caso de las herencias), en cuyo caso se extingue cuando el usufructuario fallece o de manera temporal, en cuyo caso se extingue cuando acaba el periodo de validez del usufructo.

Si tienes un piso alquilado o una cartera de acciones, igual te interesa transmitir el usufructo a uno de tus hijos. Al no tener otros ingresos, aplicará el mínimo personal de tus hijos y es posible que no tributen nada. Si la transmisión es por el usufructo temporal, recuperarás toda la propiedad una vez se extinga.

Constituir un usufructo temporal tiene un coste, ya que se hace ante notario y hay que presentar el impuesto de transmisiones, pero en algunas comunidades autónomas está bonificado o exento. Revisa si en tu comunidad es así y valora si te puede interesar.

Instrumentos y productos financieros

Cómo funciona la hipoteca

Es curioso como el gasto más importante de la mayoría de hogares es tan desconocido por la mayoría de los hipotecados. La gente se queda con la idea de que la cuota depende del índice de referencia y el diferencial y con que se pagará durante los treinta o cuarenta años de duración.


Y como es un periodo tan largo no ven utilidad en adelantar algo de capital. Total, ¿qué más da liquidarla en treinta años que en veintinueve?

Lo que no saben, aunque parezca mentira es que:

  • Los intereses se calculan aplicando el tipo total (índice de referencia + diferencial) sobre el importe pendiente de pago y dividido por 12 meses.
  • Los intereses son muy altos al principio y van decreciendo con la vida de la hipoteca. Al principio puede ser perfectamente que los intereses sean el 70% de la cuota, por ejemplo.
  • Una pequeña amortización al principio puede recortar varios años la vida de la hipoteca o reducir considerablemente la cuota mensual. Por ejemplo, adelantar el equivalente a doce cuotas puede adelantar el fin de la hipoteca en tres añitos.
  • Amortizar hipoteca es un seguro contra imprevistos. Si has reducido importe en la cuota tendrás cintura en caso de que pases dificultades económicas y si has reducido número de cuotas podrás negociar con el banco algún ajuste en la cuota a un importe que te convenga más.

Los fondos de inversión

Los fondos de inversión tienen varias ventajas importantes. Las dos primeras son fiscales: no tributan hasta que se venden (y sólo tributan por las plusvalías) y los traspasos entre fondos tampoco tributan. La tercera es que te permiten acceder a mercados poco accesibles con muy poco dinero y diversificando en muchas empresas desde el principio. Eso hace que los fondos de inversión sean buenos instrumentos en la fase de acumulación.

Tienen desventajas, por supuesto. Las comisiones suelen ser elevadas, a menos que te decantes por fondos indexados o ETFs, para indexarte a todo el mercado y obtener la misma rentabilidad menos las comisiones. Es más, podrías mejorar los resultados escogiendo ETFs de los sectores o tipos de empresas tradicionalmente más rentables, pero este enfoque ya implica una cierta gestión por tu parte.

Si no es esto lo que quieres, si quieres algo completamente pasivo, lo mejor es definir una cartera indexada e irla balanceando periódicamente cuando se desequilibre. O incluso hay opciones más pasivas, como los robo advisors, que son gestores automatizados que hacen este rebalanceo por ti.


Eso hace que la mayoría de fondos gestionados pierdan frente a los indexados, excepto si te decantas por fondos de gestores que hayan demostrado batir al mercado de manera consistente después de descontar las comisiones anuales.

Los planes de pensiones

Los planes de pensiones son un instrumento muy interesante. La gente los descarta por tres razones:

  • Tienen en general rentabilidades mediocres.
  • Tienes el dinero cautivo hasta la jubilación.
  • Cuando los rescatas devuelves lo que te desgravaron en el momento de la aportación y pierdes el beneficio fiscal que obtuviste.

Lo cierto es ninguna de estas tres razones es completamente cierta y, si invertimos a largo plazo y nuestro objetivo es la independencia financiera, se acaban convirtiendo en razones para que acabemos contratando planes de pensiones:

  • Hay planes de pensiones con rentabilidades interesantes, simplemente hay que buscarlos. Hay gestoras independientes de fondos que tienen planes de pensiones análogos a sus fondos de inversión estrella.
  • Hay posibilidad de rescatar el dinero en caso de enfermedad grave, desempleo o cuando han traspasado 10 años desde la aportación.
  • Los planes de pensiones tributan como rentas del trabajo. Si no tienes otras rentas del trabajo puedes rescatarlos tributando muy poco, lo que los hace muy interesantes para situaciones de desempleo, si tienes previsto dejar tu trabajo para vivir de los dividendos o alguna situación similar.

Además, los planes de pensiones tienen ventajas fiscales adicionales que también son muy interesantes:

  • No tributan en el impuesto de sucesiones y se traspasan al beneficiario cuando el titular fallece. El beneficiario puede rescatarlos como y cuando quiera, pero si no tiene otras rentas del trabajo no tributará o tendrá una tributación muy baja en función de cómo decida rescatarlos.
  • Están exentos en el impuesto de patrimonio, lo cuál los hace interesantes también para acumular riqueza sin tributar.

Conclusión

El conocimiento es dinero. Muchas veces nos empeñamos en mejorar nuestros ingresos trabajando más o nos empeñamos en recortar gastos de manera forzada, cuando lo cierto es que se puede mejorar el dinero disponible simplemente «interpretando» bien el sistema. Como decía mi padre, el mundo es de los listos.


Dedicamos muchas horas cada día a trabajar y somos incapaces de dedicar dos o tres horas al mes para entender mejor cómo funcionan estos temas, cuando hacerlo se podría traducir en una cantidad significativa de dinero a la que estamos renunciando por dejadez.

¿Qué me dices? ¿Te animas?

¡Que tengas buena caza!

Y si quieres saber más…

Si quieres saber más sobre el dinero lee esta página. Y si prefieres entrar en profundidad en algún tema concreto, aquí tienes monográficos sobre los diferentes aspectos del dinero.



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